"Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas"

29 de septiembre de 2007

Otro aburrido post

Sin un tema mejor del que hablar, he decidido presentaros a mis nuevos profesores. Sí, este post resultará bastante aburrido, como el resto, pero es lo que hay.

Comenzaremos con Crespo. Sí, tiene el nombre de un futbolista, pero también de un bote bicarbonato. Es mi tutor y el profesor de Informática. ¿Comprendéis por qué lo adoro? Además de impartir tan buena asignatura y ser tutor, es un verdadero cómico escapado del club de la comedia. Sus clases son un show. Aunque, yo me quedaría con un momento inolvidable de primero de la ESO:

Crespo: ¿Alguien sabe lo que es un tetraedro?
Lucía (Asustada): ¡¡Ha dicho tetaaa!!
Crespo, llevándose las manos a la cabeza, y fingiendo también susto: ¡Culo, teta, wooh!

… Sigamos.

Reme. Profesora de Lengua y Literatura. Ya la tuve el año pasado y he de decir que es completamente perfecta. Completamente perfecta para un día en el que tengas sueño, porque no os podéis imaginar lo fácil que es dormir en sus clases. Su tono de voz no varía, explica, explica, explica, es un runrún, un zumbido de las alas de un mosquito. Es audible, pero por un oído entra y por otro sale. Nadie le hace caso, y, sin embargo, adormece. Es algo mágico.

María Del Mar: Ya la nombré en el post anterior. Profesora de inglés y, a mi parecer, la única profesora competente en todo el centro. Eso sí, grita mucho. Bueno, no grita, así es como habla. Lo que para nosotros sería un grito, es su forma de hablar, y lo que para nosotros sería alzar un poco la voz, para ella es un susurro. Me cae bien, me hará escribir para el periódico de una ex alumna suya que estudió periodismo.

César: Enemigo de María del Mar y profesor de Economía y Filosofía. ¿Por qué enemigo? Por algo que pasó el otro día.
Mandó a una niña a que fuera a la clase de al lado a decirle a María del Mar que, por favor, hablara un poco más bajo. A los cinco segundos teníamos a María del Mar en clase, discutiendo con César, como si de un matrimonio se tratara.
De César, me quedo con esta frase: No me miréis con cara de lechuga mustia.

Cristina Garro: Profesora de Historia. No llega al nivel de canción de cuna de Reme, pero no tiene mucho que envidiarle. Explica, explica, explica… pero al menos a ella sí le hacemos caso y cogemos apuntes. O no. Yo desde luego no. Si algo he aprendido de mi Melkor-sensei, es que puedes conseguir los apuntes de tus compañeros. Por eso en clase de Historia me dedico a contar cuántos ¿Mm? y cuántos ¿Ehm? pronuncia la profesora. El récord está en 100 ¿Mm? y 119 ¿Ehm?

La otra Cristina: Profesora de Francés. Tiene una increíble obsesión con la pronunciación de este idioma. Al contrario que María del Mar, para ella hablar, es un susurro casi inaudible para nosotros. Ni cuando grita la oímos. Por cierto, está embarazada, por lo tanto, “desgraciadamente” pronto cogerá la baja y la sustituirán. ¡Yujú! Quiero decir… ooh… Ah, a su hija la llamará Cristina… Ingenioso, ¿eh?

Alejandro: Si hubiera un premio a profesor más borde del año, se lo llevaría. Es el profesor de Educación Física. Tiene cara de mala leche… y mala leche. Nos hizo correr el primer día quince minutos, con pausas de cinco minutos para correr más lento. Se pasa mis problemas de respiración por el forro y le importa bien poco que algunas de las niñas también las pasen canutas en las clases. Es así, preocupado por sus alumnos siempre.

Leo: Profesora de Matemáticas. La prueba viviente de que los dinosaurios dominaron la Tierra. Alta, delgada, y villa arrugas. Esta es otra que también tiene mala leche. No soporta el ruidito de los bolígrafos. Sí, ya sabéis, de los bolígrafos estos con muelles que hay que darles al botoncito para que salga la punta… Bah… yo siempre uso bics o pilots…

Hasta aquí, el profesorado que se pasea por mi clase. Y si me he dejado a alguien… que le den.

Bueno, nos vemos en el siguiente post… lo sé, ha sido aburrido. ¿Qué voy a hacerle? No tengo tanto tiempo libre como aparento.

Atte:

Niña Miedo, que aún no sabe qué firma ponerse.

PD: El otro día, trajeron membrillo a mi casa y hoy querían que lo probara. Lo probé y casi me da algo. ¡Aggghco!

Otra PD: Estoy leyendo la Ilíada… ¡Deseadme suerte!

Última PD: Viva Village People… ¿qué? Los estoy escuchando ahora… xD

23 de septiembre de 2007

¡Pan con membrillo!

Sin ideas para un nuevo post, me puse a indagar por distintas páginas webs, a ver qué encontraba. Encontré cosas muy útiles, y tan solo tendría que cortar y pegar y saldría del apuro, con un bonito post nuevo. Pero, como tampoco soy tan vaga… ¿qué? No, no lo soy tanto ¬_¬…
Como iba diciendo, no soy tan vaga, y he pensado en… en pensar. ¿Yo pienso? Pues no, siempre lo han hecho otros por mí. Sí, he tenido suerte. ¿O no? ¿Tienen todos los individuos el mismo derecho a dar su opinión y a pensar por sí mismos, sin que nadie les obstruya el pensamiento ni les censure? ¿O, quizás, una criatura inmortal de mente enfermiza con instintos asesinos y pensamientos de ninfómana debe no pensar? Mmm… Vale, vamos al meollo del asunto.

Pues bien, hoy he estado haciendo mis primeros deberes de inglés. La nueva profesora es María del Mar, a la que siempre he llamado La Generala. Nunca me dio clase, hasta ahora. Y he de decir que me arrepiento de llamarla así, porque es la mejor profesora que he tenido. Y, si la comparamos con Nieves, es una diosa. Eso sí… ¿Ok se pronuncia Ekey? No lo sabía… o_O…
Bueno, volvamos a los deberes…
Como primera actividad, nos ha mandado escribir vocabulario de nivel básico, encontrándose entre este los números ordinales y cardinales.
Y, como estoy bastante vaga, me metí en Google, en el buenísimo traductor (nótese la ironía del adjetivo).
Bueno, pues puse: trece catorce quince dieciséis diecisiete dieciocho diecinueve veinte treinta cuarenta cincuenta sesenta setenta ochenta noventa cien.

Sí, ni puntos ni comas, extraño en mí. Había demasiada prisa.

Sin querer, le di a traducir de inglés a español, lo cual resulta una gran estupidez.
Pero, gran sorpresa la mía al ver el resultado:

el noventa del setenta del sesenta del cincuenta del cuarenta del treinta del veinte del diecinueve del dieciocho del diecisiete de los dieciseis del membrillo del catorce del trece cien.

Moraleja: No os fiéis del Traductor de Google nunca.

He dicho.

Atte:

La niña con tres firmas a elegir pero no sabe cuál poner… Lo pondré a votación.


PD: Seh, el título tiene poco que ver...

17 de septiembre de 2007

Las Cinco Joyas (3)

Aquí tenéis, para los pocos que leéis la historia, el tercer capítulo de Las Cinco Joyas, disfrutadlo si sois capaces.

Capítulo tres: Huída del Cielo


Desde el balcón de su dormitorio, Adala contemplaba de nuevo las estrellas. Casi no podía creerlo, por fin, viajaría a Gaya. Aunque su compañía, el elfo, no parecía muy agradable. Sonrió ampliamente. No tenía muy claro qué iba a hacer en el mundo de los cinco reinos, pero no le importaba, lo importante es que iría hasta aquel lugar.

Alguien llamó a la puerta. La chica pasó al interior del dormitorio y abrió la puerta.
Era Aaesien.

- Ah, hola… - saludó la chica, enarcando las cejas
- Venía a disculparme por mi comportamiento, he sido demasiado brusco con vos, princesa – dijo él, arrastrando las palabras
- Te disculpas ahora que sabes que soy hija de Celes… qué interesado, ¿no? – murmuró Adala, cruzándose de brazos.
- Bueno… yo… - se rascó el cabeza, avergonzado.

Se oyó un grito desde fuera que llamó su atención:
¡Intruso! ¡Detenedlo! ¡No debe escapar!

Ambos se sorprendieron. Adala corrió hacia el balcón, seguida por el elfo.

- ¡Princesa! – la llamó un ángel desde abajo - ¡Hay un demonio en palacio!

Señaló la dirección por la que había marchado el intruso. La princesa estiró las alas al máximo y saltó desde el balcón.
Aaesien se agarró a la barandilla. Estuvo a punto de saltar, pero reaccionó a tiempo. Era demasiada altura y él no sabía volar.
Vio cómo la chica se marchaba, volando velozmente.

- ¡Mierda! - masculló

No tenía forma de seguirla si no corría a la velocidad de la luz.

<> pensó


Adala seguía a aquel rápido individuo. De él, solo podía ver sus enormes alas grises y el negro color de sus ropas.
Hasta que, repentinamente, el demonio se detuvo y se volvió hacia ella.

Era joven, quizás un año o dos mayor que ella. Delgaducho y no demasiado alto. Pelo blanco hasta la mitad de la nuca. Su piel era también casi blanca, casi no se diferenciaba del cabello. Contrastando con pelo y tez, además de su ropa, sus ojos, totalmente negros.

- ¡Deja de seguirme, mestiza! – gritó, frunciendo el ceño
- ¿Mestiza? – Adala se detuvo y pronunció el nombre de un hechizo en voz baja. De su mano brotó un haz de luz intenso que se lanzó a toda velocidad contra el demonio.

Cuando el hechizo finalizó, no quedaba ni rastro de aquel ser.
- ¿Lo he desintegrado? – susurró ella, sorprendida
- Yo creo que no – a su espalda estaba el demonio y, en el cuello de Adala, rozaba el filo de una espada de hoja plateada – Eres lenta, mestiza

Ella se mordió el labio. Se fijó en la extraña espada. No poseía empuñadura. Se sorprendió. La espada era el brazo derecho del joven demonio.

- ¿Qué o quién eres tú? – preguntó, asustada

Él sonrió con malicia.

- Me sorprende que no me recuerdes, hermanita – dijo, riendo por lo bajo
- ¿Her… hermanita?
- Suéltala, Cristofer – interrumpió Celes, apareciendo de repente en el suelo, algo por debajo de ellos.
- Mierda, llegó la vieja… - farfulló él - ¡No me da la gana!

Acercó un poco más el filo de la espada al cuello de la chica, consiguiendo que un filo de sangre brotara. Adala cerró los ojos y reprimió un grito.

- Tú lo has querido, estúpido demonio – dijo Celes, como siempre inexpresiva.

Chasqueó los dedos.
Cristofer sintió un tremendo dolor en su cabeza, que pronto se difundió por todo el cuerpo. Su brazo derecho volvió a la normalidad. Se sujetó la cabeza con ambas manos y gritó.

- ¡Basta! ¡Para, vieja!

Adala observó cómo, poco a poco, el demonio perdía el conocimiento y caía al suelo. Aterrizó cerca de él y lo observó. Recordó cómo la había llamado.

- Ma… Mamá… ¿es mi hermano? – preguntó a la reina al ver que se aproximaba

Por una vez, la inexpresividad de Celes desapareció, y en su rostro se reflejó un profundo odio.

- Hermanastro – corrigió – Su madre era un demonio… - se giró - ¡Guardias!

A su llamada, llegaron una decena de ángeles guerreros, vestidos con doradas armaduras y armados con enormes sables.

- Acabad con él antes de que despierte – Ordenó, señalando al inconsciente demonio.
- ¡Espera! – gritó Adala, interponiéndose entre los guerreros y el chico - ¡Es mi hermano!
- Y ha intentado matarte – añadió la reina

La chica frunció levemente el ceño. Era cierto, él la había amenazado con aquella extraña espada. Pero, sin saber exactamente la razón, no podía permitir que lo mataran.

- Aparta, niña – ordenó Celes, perdiendo la paciencia.

Adala negó con la cabeza y se agachó junto al demonio.
Al segundo, ambos desaparecieron de allí, como si nunca hubieran estado en el lugar.

- Cómo odio la tele transportación… - murmuró la reina


Cristofer se despertó. Abrió los ojos mientras se incorporaba. Se encontraba en un dormitorio repleto de cosas de lujo. Estaba sentado en una cama de blancas sábanas de seda. Pudo ver que frente a él, en la pared, había un espejo. Contempló su reflejo y el de la criatura que estaba sentada al borde de la cama, mirando al suelo.

- Hermana… - susurró, acercándose.

Oír aquello la había sorprendido y asustado. Adala dio una bofetada al demonio, sin pensar, como un reflejo.
Se levantó de un salto y miró al chico, que se frotaba la mejilla.

- Lo… lo… lo sien… - sacudió la cabeza - ¡No me llames hermana!

Cristofer se puso en pie.

- ¿No? – la empujó, arrinconándola contra la pared. Su brazo volvió a transformarse en espada - ¿Y cómo quieres que te llame? ¿Hermanastra? ¿Sucia mestiza?

Intentó atravesar el hombro de la chica con la espada, pero ella fue rápida esta vez y consiguió esquivarle.

- Hay una barrera protegiendo la habitación – explicó con dificultad – Si me haces algo, la romperé y mi madre te matará.

Cristofer frunció el ceño. Agarró del cuello a Adala con la mano izquierda y ejerció presión, asfixiándola.

- Asquerosa mestiza… - murmuró con desprecio.
- ¡Suéltame, o romperé la barrera! – amenazó a ella, quedándose sin aire.

Cristofer meditó un momento, soltándola. Si Celes lo atrapaba, no duraría ni cinco minutos. Se mordió el labio y miró enredador.

- Ábrela si puedes – dijo, empujando a su hermanastra violentamente.

Ella, sin dudarlo, comenzó a pronunciar el contrahechizo para la barrera en voz baja.

<> se dijo el demonio.

Hizo aparecer sus alas y se aproximó al balcón. Cuando notó que no había barrera, saltó por él, alzando el vuelo.

- ¡Vuelve! – gritó Adala, siguiéndolo.

Desde el suelo, los observaron combatir la reina y Aaesien.

- Odio a ese demonio – masculló Celes, de nuevo inexpresiva.

Levantó una mano con intención de acabar con Cristofer.
Pero el elfo fue más rápido,

- ¡Puerta de Gaya! - gritó

Apareció entonces en el cielo, junto a los hermanastros, un enorme portal con forma de círculo.

- Pero, ¿qué…? – Cristofer intentó alejarse, como Adala, pero ambos fueron absorbidos por aquello.

Celes fulminó con la mirada al elfo.

- Luz y Oscuridad – dijo él tan solo, saltando hacia el portal

16 de septiembre de 2007

Huelva por Pacman.

Hoy venía a hablaros de mi ciudad, pero como estoy sin ganitas de escribir, he pasado a leer. Y, pasando por casualidad por una página web de Huelva, he encontrado esto. Me he reído bastante, no tan solo por la ortografía del autor, sino por el contenido en general. Aquí os lo dejo, copiado y pegado, y así me ahorro el hablaros yo de mi ecosistema:

Colgado by: Crow

A continuasion voy a ace una peqeña reflexion sobre la sosiedad d meno d 30 tacos q ay el las calle d werva cuarquier vierne o sabado. Pa empesa voy a desi q en la fauna wervana ay poca varieda, werva es una peqeña cuidad der suroest d españa (q no dicen er nombre ni en er tiempo)q no tiene ni puta comparasión con otra ciudades andalusas, como en er caso d sevilla o cadi. Esto tiene sus ventajah, como q tor mundo va a para ar mismo sitio,ya sea alameda,nave,pablo rada,o merced, y si conoces a arguien seguro q t lo encuentras en algun lao. Tbn tiene desventajas, como q tan poco spacio da luga a “roces” entre grupos,principalment entre “burracos” (“canis” en sevillano) y “pijos”(universalment llamados por tol mundo,d aqi a mostoles).Tbn el ecosistema wervano nos ofrece otros grupos q le ubiera gustado a Felix Rodrigue d la Fuent ponerlos en documenta,stos son poco numerosos y en peligro d extinción, son los hipyyes, generarment poco guerreros cn muxa filosofia, y cn la vista nubla(suelen presentarse rodeaos d una nube d umo d olor simpatico).Otro grupo minoritario son los heavys,tipico nota cn xaqeta d cuero(los q tinen mas billetes gabardina asta las rodillas),como minimo cn una pulsera tabn d cuero cn pinxos(ste aspecto va dsd una pulserita a un caxo d cuero cn clavos q ni cristo se atreveria).Las tias suelen dar miedo, no se sabe si el color blanco-morado q tienen es por maquillaje oq no duermen,parecen auntenticos cadáveres y suelen tener muy marcados los labios d color morado agresivo y los ojos.Por supuesto el color preferido es el negro, xupa,pantalones ajustaos y camiset negra tbn d airon-maiden o grupos por el estylo.Suelen reunirse en la nave, d los pocos sitios dond ponen musica d su gusto.Ar contrario q los hipyyes suelen se guerreros y en la practica se parecen ar dios d la guerra d Xena.Por regla genera odian al grupo “pijo” y se metn cn David Bisbal y otros triunfitos.Sin embargo conozco a por lo menos dos y en el fondo son bastant wena gent, además d bastant juerguistas.En plan industrial en las grandes ciudads(ya ni sevilla ni cadi, pasamos a Madrid y Barselona)son peña y forman subgrupos como los llamados “góticos”,cn gustos parecidos pero no =. Paso aora a los grupos-multitud d la vida d werva, stos son los “pijos” y los “burracos”, la mayoria d la gent stan en arguno d estos dos. Los burracos son un grupo q se a asosiao cn la marginalidad d argunos barrios, cosa q no se entiend, porq los elementos identificativos, ya sean camisas rottweiler, djs ban y otras marcas d colores chillones en general valen una pasta:camisas d 50 pavos, pantalones d dos mil duros, botas d montaña (q como todas las botas pensas para la montañana, con gore-tex y suela dl carajo)valen viente mil pelas.D toas formas est es un “burraco” tal vez poco habitual,un niño rico q busca aparentar pero q seguro q en el fondo es un mierda.Otro tipo d “burraco” es el “pseudo-deportivo”, es el q siempre lleva xanda pero nunca ace deporte.Est se ajusta a la relación cn los barrios marginales, un xanda lo tiene cuarquiera.Est es quiza el q deb inspirar mas respeto ya q no busca aparentar como un pavo real y en caso d problemas su ropa poco llamativa le facilicitaria desaparecer sin q nadie se d cuenta, cuidao cn estos ultimos.Sus sitios d reunion son la ciudad entera, t los pueds encontrar en cuarquier lao y su desgraciada vida ace q no tnga na q perdr y q por tanto se dediqe a dar por culo a tol q se encuentran q demuestre un poco d miedo acia ellos,y una predisposición claro, no son tan listos como para darse cuenta dl miedo d otros, se puedn acer una idea, eso si.Es facil identificarlos, como ya e dixo cn la ropa misma, xanda o ropa dl payaso d micolor,pero tbn tiene complementos,como el Corte Ingles en su Semana Fantastica,estos son ciento cuatro mil pendientes en cada oreja y cejas, además d peinados diversos, dsd el modelo cenicero o corona real al modelo “peluquero cn Parkinson” cn mexones a ser posible y si la pasta llega(si no busca a arguien pa quitársela) teñidos d rubio sueco.Las tias burracas, q tabn las ay, suelen llevar pantalón rojo mu mu mu mu mu mu mu ajustao pa intentar marcar el culo q no tienen, zapatos diversos y xaqeton blaco celestial y puro,para identificarlas ay q fijarse prinsipalment en er peinao, suen se d pelo moreno largo y cn aspecto d como si le ubieran tirao un cubo d agua a la cabesa, d pendientes llavan arandelas d sinco metros d diámetro generalment metalicas y delgadas.D personalidad son bastant bastas y en potencia casi mas peligrosas q los tios, ya q los tios tenemos una predisposición acia las tias (por regla general) d confianza, vamos, q nos puedn engañar como Jesús Gil engaño a acienda, y a demas, casi sin darnos cuenta, ay q decir q tienen la misma mala idea q los especimenes maxos d su especie, y en algunos casos casi la misma fuerza.Dentro d su tribu ay q destaca q no tienen amigos, tienen colegas d fexorias y d litronas y en momentos difíciles suelen estar solos, ellos lo saben y es quizas lo q mas les duele, asi q intentan aparentar tner a media werva d amiga, cn notas a los q quizas los a visto una vez y ni siquiera le dirigio a palabra, total, un castillo en las nubes.Su fuerza reside principalment en la multitud(apart d individuos aislados especialment peligrosos), son muxos, demasiados y fisicament es mejor no tenerlos d enemigos.Su táctica d luxa es poner los ojos fuera d las orbitas, poner el puño en alto y correr acia alguien desbocao diciendo sus lemas d guerra tales como: “me voy a cagar en to tu puta madreeee¡¡¡¡¡” o “t voy a mata puto cabronnn¡¡¡”.Sus armas d mano suelen ser los llamados sellos, anillos desmesuraos principalment d oro cn los q pegan ostias a cualquier part d la cara, la question es q se qede bien marcao en la cara d la victima, d un modo simila a consegui un trofeo d guerra para colgarlo en las conversaciones cn sus congeneres:”vist como le marqe el sello al puto cabrito ese????”.Otras armas como las navajas son poco utilizadas, en realidad ninguno sabe manejarla y por supuesto la mayoria no tiene cojones d untilizarla,y, d llevarla seria para enseñarla antes d una pelea para acojonar un poco(repito, a excepcion d especimenes especialment peligrosos).Asi, y visto lo visto, lo mejor q se les puede acer es pasar d ellos como d la mierda (no ay muxa diferencia)y no darle una ostia a ninguno si no es vital, por lo q pueda pasa luego.Para los mas maxotes esto les parecera una mariconada, seguro q ellos se comerian a un burraco namas verlo, al el y a tos sus colegas, ablar d boquilla es mu facil y no todos lo acemos, por algo sera,q los maxotes ibericos d pelo en pexo y botlla aguardient en la moxila lo piensen.A los demas y me incluyo en el grupo, no vale la pena ni tenerles miedo(si no sin siquiera empezar ya t abran ganao), ni enfrentarse a ellos. Paso al segundo grupo cn mayoria d población en welva, los “pijos”.Oy en dia son individuos dificilment identificables, ya q el pijo auntentico, el genuino, el d siempre es poco abitual.Est siempre a tenido un peinado cn ralla a la izquierda cn un par d litros d gomina y patillas d axa barbara al mas puro estylo bandolero d sierra morena, asi como Curro Jiménez, esta tradición pienso yo q viene d las familias y explico esto: Suelen ser familias adineras, d manera q sus abuelos y bisabuelos, como dictaba la epoca se dedicaron a compra fincas brutales en los alrededores d sevilla, cadi y malaga.Por supuesto ellos no trabajan, faltaria mas, contrataban a campesinos d la zona, los cuale tenian esas patillas q, sin querelo les an “contagiao” a sus jefes.pero, porq esa forma en las patillas??, pues bien, eso se debe a q en esa part d la cara ay un nervio muy importante para seguir vivo, o por lo menos para acerlo felizment.En la epoca para afeitarse se utilizaban metodos un tanto “camperos”(no abia mas remedio):a navaja y sin espuma, un tanto peligroso, mas d uno se corto el nervio y qedo un pelin jodio, asi q los mas facil era no afeitarse esa part d la cara, por supuesto, los q tenian cuxilla y espuma no se dejaban esas patillas, se las afeitaban claro. Bueno, q me e io dl tema un pelin, taba cn el modelo pijo d toa la vida:raya a la izquierda, muxa gomina, patillas d axa,familia faxa(los q tenian pelas pa comprar fincas cuando franco) y en caso ya bastant extremos actualment, pertenecientes a las juventudes dl Partido Popula,les encanta vesti d traje d xaqeta y cuando no van asi, van cn pantalón claro, camisa azul marino cn diversas formas y xaleco marron madera o oscuro puesto o amarrado en los hombros.Suelen ser tios serios y colgaos a su manera, ai q comprender su ideología y dejarlos vivir.Son tbn grandes bebedores, o por lo menos organizan muxos botllones, d bebidas oscuras, tipo cacique y wisqui tales como el cutty sark.Sin embargo, a edades superiores,suelen preferir tomarse una cerveza en un bar acord cn su ideología cn sus amigos, amigos q no son tales, pero por lo menos estos tienen un cierto honor q les ace responder en favor d otros en momentos difíciles, d un modo similar a “una por ti, y otra por mi”.Pueden ser muy amigables d toas maneras y cn muxos recursos, los q da el dinero. Este era el pijo d toa la vida, sin embargo a americanizasion d españa a roto cn nuestras bonitas tradiciones (como diria un faxa)y a dao lugar a otros tipos, son, por ejemplo el modelo isla d los famosos, q se caracteriza por ser un playero, cn pantalons xinos pelo castaño o rubio al estylo Bee-gees d mediados y finales d los años 70, es deci, un pelucon cn raya a la izquierda, eso no se a perdido,q les tapa casi las orejas y la nuca la tapa totalment, e incluso les llega a los hombros.La ropa es tabn playera y surfera, d colores xillones abundando las camisetas azules marino y rojas en verano y las sudaderas beys lisas cn alguna tabla dibuja en invierno.Est es un modelo poco comun en welva, no me explico xq, d verseles en la provincia se verian en playas, como punta, islantilla (dond forman auntenticas manadas denominads pijo-pandy) procentes en su practica totalida d Madrid.Los especimenes femeninos son casi homólogos d los masculinos pero cn tetas y collares q parecen exos cn pelotas d golf (noble deporte q gran numero d ellos practican) y cn un par d miles d pulseras en cada brazo y cn el pelo(indistintament rubio o moreno) largo caido acia un lado y tapando un ojo.Son grupos muy cerrados al q es difícil entrar(aunque alguno a base d polos tommy lo a conseguido recientement).Suelen rajar (tanto tios como tias) d los q no conocen d toa la vida o d los nuevos pero cn los “pura sangre” son bastant amigables y simpaticos.Tienen una especial preocupación por aparentar en casi todos los aspectos, novias, posesiones, estylo d vida y anécdotas y logros históricos personales( por lo general mentira, aunq casi nunca se demuestra lo contrario) y d bebedores, estos suelen beber bebidas principalment claras ya sea la ginebra laryos o el vodka smirnoff o, en casos muy raros debido a la ignorancia en gustos, el Absolut Vodka, inmortalizado por Andy Warhol en uno d sus cuadros.Cogen la borraxeras relativament rapido, q coño, las cogen mu rapido pero curiosament sus papis nunca los cogen borraxos, por lo tanto ay algo q no cuadra, se da entonces el fenomeno dl borraxo fantasma, q es capaz d elegir cuando esta borraxo y cuando no, es un logro d la especie q los científicos y gobiernos d todo el mundo stan investigando como lo acen. Bueno, ya estoy asta los cojones d escribir, yevo to la puta mañana aqi como un gilipollas, oy es viernes 27 d febrero dl 2004 y no e tenio colegio no se porq, pero weno esta... Para terminar quiero decir q conozco gent d todos los grupos d los q e ablado anteriorment y os puedo decir q cn todos me e llevado d puta madre (quitando las peleiyas d piscina d cuando era xico) y son muy wena gent.Se puede clasificar a la gent segun la pinta q lleven y cn la personalidad general d los q tienen la misma pinta q el, pero eso no es correcto, para podr opinar d alguien ay q llevarse una vida sin despegarse d el, y eso es fisicament imposible y , aunque lo hiciera seguiria siendo erróneo.Todos tenemos una personalidad distinta q le pued gustar o no a los demas y todos nos tenemos q aceptar tal como somos, otro caso es q alguien se dediqe a jodr por culo sin razon alguna. Todo este toxo NO DEJA D SER UN PASATIEMPO PARA CUANDO SE ESTE ABURRIO en esas oras muertas en las q en el messenger no ay gent o no t pueds conectar porq la tarifa plana no me alcanza la ora, como es mi caso.Asi q asta mas ver.talavista.dw.



En realidad, el tipo me cae bien... Un poco.

Saludos.

Atte:

La niña sin firma, con DNI nuevo, y sin ganas de escribir.

13 de septiembre de 2007

Aventura por la capital

Un consejo para quien quiera escucharlo, en este caso leerlo: Nunca jamás se os ocurra renovar el DNI

¿Por qué? Muy sencillo, aquí tenéis mi experiencia.

Siete de la mañana. Me acosté sobre las dos, y no fue hasta más de una hora después que me dormí. Se supone que las criaturas de mi edad merecen y necesitan un descanso de ocho horas como mínimo (recalco el mínimo). En mi sueño, oigo la voz de mi madre como un suave murmullo que ayuda incluso a seguir en brazos de Morfeo:


Niña... despierta...

Giro y suelto un pequeño gruñido. Estoy despierta, pero creo que todo es un sueño.

Niña... veenga, son las siete... que tienes que ir para Huelva...

Yo: Mmmmm ñaaa mmm mmm ñah... (Mañana)

Noto como me dan un golpecito suave en la cabeza. Sigo a lo mío.

¡QUE TE LEVANTES YA, COÑO!

Rápidamente me incorporo, totalmente despierta. Miro a mi madre así: O_________O
Ella sale tan campante de la habitación, orgullosa de sí misma por haber sido capaz de despertarme.

Me voy a la ducha. Para colmo de empezar una mañana de buen humor, el agua sale caliente y, como es lógico, quema. Chillo. Le doy al grifo de agua fría y... agua congelada. Vuelvo a chillar. Salgo de la ducha envuelta en una toalla.
En la puerta de mi cuarto, choco contra algo que no sé lo que es. Mi hermano.

¿Tú mas deshpertaaao...?

Interpreto lo que dice, pues oírlo es imposible. Le doy unas palmaditas en la espalda y lo quito de en medio. Entro y cierro la puerta.
Una vez vestida y obligada a estar maquillada, salgo de nuevo y miro a mi familia.

Os odio

Suspiro y desayuno. No quedan cereales. Bueno, diez estrellitas mal contadas. Encojo los hombros. Eso me sirve. "Desayuno" y me vuelvo a tumbar en mi cama. Viene mi madre con la fregona y me amenaza con ella. Salgo de mi cuarto y miro a mi padre y a mi hermano.

Salgo al jardín y miro al cielo. Es de noche. Miro a mi hermano.

- ¿Qué hora es? - pregunto.
- Las siete y diez - contesta
- Ignoraba que esa hora existiera...

Nos montamos en el coche y, hala, vamos por la carretera. En la radio, suena una canción de Reketón, o algo así. Me doy golpes contra el cristal y mi cabeza se resiente. Pero mejor quedar inconsciente que oír eso.

Llegamos a... bueno, al sitio para renovar el DNI. Las escaleras sirven de asiento a decenas de personas. A duras penas conseguimos entrar. Mi hermano pide dos papelitos con el número que nos toca. Miro el mío.

121.

"Por delante de usted, hay 120"

¿En serio?
Nos sentamos en la puerta.

- Ha dicho que tenemos hasta las diez y media u once - dice mi hermano
- Pues vamos a dar una vuelta - propongo, levantándome.

Caminamos hacia el parque Zafra, punto de encuentro de todos los Frikis de Huelva... (sus quero mucho ¬_¬...) Nadie. Es normal, parece que va a llover. Dirigimos nuestros pasos hacia en centro comercial que está al lado. Vamos hablando felizmente mientras nos acercamos a una de las puertas esas que se abren.
Pero hoy, ocurre algo que siempre ha aparecido en mis pesadillas.
La puerta no abre... y me la como, literalmente.

Me froto la nariz y sigo a mi hermano hacia... ni siquiera sabemos donde vamos. A la media hora de dar vueltas alrededor de aquel paraje con puertas asesinas, volvemos a Zafra. Mi hermano se acerca al estanque de aguas "cristalinas" y contempla los peces que allí se encuentran.

Miro el reloj. Las nueve. ¿Vivirán frikis a estas horas? Hay ganas de llamar a alguien.

Suspiro. Vamos al centro y nos sentamos en una cafetería, a desayunar, esta vez, en condiciones. Pedimos rosquillas que solo se ven en los simpsons y donuts rellenos. Pago yo, aunque no sé por qué, si es mi hermano el que se come todo.
Reposamos un rato y mandamos un sms para saber por qué número van en lo del DNI. 34. Y son las diez.

Así que diez y media u once, ¿eh? Los cojones.

Como no tenemos nada que hacer, visitamos las tiendas del centro, como dos marujas deseosas de ver cartelitos en los que ponga Rebajas. Y por cada tienda que visito, mi odio aumenta. Solo encuentro pantalones de pitillo. Qué triste. ¿Qué pasa? ¿Que por cojones hay que ir a la moda? Campanas, coño, ¡campanas! Que no pido tanto...

Vamos a Guillermo, la librería repleta de mangas. Mi hermano no quiere entrar, el dueño fue su profesor de EF en el colegio y le tiene mucho miedo. Pero yo, tan buena que soy, tiro de él.

- Guilleeeermo, mira a quién te traaaigo...

Mi hermano conversa con su exprofesor, ambos aparentemente simpáticos. Yo, me cebo comprando cómics. Veo el 5 de Slayers *¬* Pero es el único... Ese tomo tiene mi nombre, volveré por él.

Volvemos a... el sitio del DNI (queda algo así como "la choza del coche") y miramos. Por el 41. Morimos mentalmente y nos sentamos un rato. Me da tiempo a leer uno de los tres mangas comprados. Nos levantamos y vamos al centro comercial. Yo, para vengarme de la puerta, mi hermano, para admirar un coche que había dentro.

Entro en Inside. Estoy en el paraíso. ¡Campanas!¡Campanas! (Imaginadme danzando felizmente) Me compro unos pantalones con muuuchas campanas (bueno, son dos, pero grandes ¬_¬), y miro a los demás. Todos tienen mi nombre, volveré por ellos.

Vamos de nuevo a la choza del DNI. Va por el 66. Nos entretenemos mirando a los idiotas que llevan paragüas abiertos mientras no llueve. Y entonces, lo veo.

Harry Potter de niño pequeño, y a lo aspañol.

Mi hermano y yo recordamos cierto vídeo (http://www.youtube.com/watch?v=EUW3BEf9reo)

Miramos al niño, con cierto miedo.

- ¿Cómo es Harry en español? - me pregunta mi hermano querido
- Harry... Henry... Posh Enrique mismo

¡Enrique Potter!

Pasamos al interior de la choza del DNI, ya va por el 110. ¡Yujú! Nos sentamos. Enrique Potter nos mira y habla, sin que le entendamos mucho. Solo que él es guay y pasará primero. Los cojones.

Empezamos a hablar con acento inglés.

- Enrique es un chico diferente, él lleva gafas (gafaas), también, da vueltas alrededor de una columna (vueltaaas)

Pasa mi hermano, me quedo sola. Un viejo me mira mal, una mujer protege a Enrique Potter de mis pensamientos y el poli de la puerta cree que voy a hacer algo malo.

Dindondin... 121...

Creo estar en el cielo cuando por fin paso.

Puesto 7.

Vale, a ver... ¿dónde coño ta' el siete?

Uno, nueve, dos, ocho, diez, tres, otro dos... Adoro el orden de este lugar...

Yo no veo el siete, hasta que la tía del puesto 7 me llama. Me siento y la miro, seria.

- Firma aquí y dame tu foto

Firmo con un boli que ni pinta y me deshago por fin de esa asquerosa foto que me obligaron a hacerme.

- No ha salido bien, hazlo otra vez.

Repito ambas operaciones, ya con cara de ashco.

- Bien, ahora tienes que poner el dedo aquí, e irlo girando.
- Aham...
- No, así no, presiona más...
- Aham...
- Más fuerte, mujer
- Aham...
- Continúa girando, sigue... ya está.
- Aham... <<¡Bien!>>
- Ahora el otro dedo
- Aham... <<¡Ouch!>>

Nuevamente lo mismo.

- Bien, 5'70
- ... etto...

Llega mi hermano con el dinero justo, rescatándome. Pago a la tía.

- Ahora cámbiate de silla, voy a atender a otra persona.

Me pongo en la silla de al lado y llega una mujer mayor que, por la pinta que tiene en la foto del DNI, no lo renueva desde hace 50 años... o más.

Empieza a hacer lo que yo hice anteriormente. Yo miro al horizonte... (la pared)

Ya está, te puedes ir.

Me dan mi DNI nuevito. Me da miedo, parece descolorido y la foto es en blanco y negro. En fin, da igual. Lo guardo en mi cartera y miro el reloj. Las dos y media. Diox...

Me reuno fuera con mi hermano y caminamos hacia la oficina de mi padre, otra buena caminata.
Llego a casa a las tres.

- Bueeeno, vamos a almorzar - dicen todos felizmente.
-Aham... paso... - murmuro y me meto en mi cuarto, a sobar felizmente.


Y hasta aquí, mi aventura en la choza del coche. Y aquí va mi consejo:

No renovéis nunca el DNI, haced como la mujer que se sentó a mi lado. Y si lo renováis... Os aconsejo que hagáis lo mismo que cuando váis a un concierto: quedaros a dormir en la puerta el día antes...

Saludos.

Atte:

La niña sin firma y con DNI nuevo

11 de septiembre de 2007

Idas de pinza con el Photoshop

Aquí os dejo algunas de mis extrañas creaciones:




Esta es una firma que hize para el foro El Ángel Maldito. Está sin estrenar... xD



¿No son una monada? xD Se supone que son dos cerezas... La frase significa somos como cerezas ¬¬U...


Esta cutrez es un avatar que le hice a un amigo ¬_¬...
















Dos avatares raricos que me hice... xDD




... Cian






Un dibujico... xD



Como no tengo nada mejor que decir, dejo ya este absurdo post... Ya os iré poniendo alguna imagen más...


Post-data:



10 de septiembre de 2007

Las Cinco Joyas (2)

Capítulo dos: Noticias de Gaya

Habían pasado quince años desde que el Reino de la Luz y el Reino de la Oscuridad formaran su alianza. Thedri, rey del Infierno, y Celes, reina del Cielo, habían tenido una hija.

La llamaron Adala. Tenía la piel blanca como la cera, mediana estatura y extrema delgadez. Parecía muy delicada, frágil, algunos decían que parecía poder romperse como un débil cristal si se le tocara. Su rostro era el más hermoso que los ángeles habían visto. Sus ojos eran muy grandes, de color azul claro, sus mejillas, sonrosadas, y su sonrisa, preciosa. Sus cabellos parecían finos hilos de oro que llegaban a su cintura. A su espalda, dos alas de luminosas plumas blancas.

Todos los ángeles decían que era la criatura perfecta.
Todos, excepto uno:
Su propia madre.

Celes siempre se había mostrado fría y grosera con la niña. Sobretodo, desde que la joven cumplió diez años, justo cuando se rompió la alianza.
Desde el principio de su unión con el rey de los demonios, la reina alada no se había mostrado demasiado agradable. Si había decidido estar con él y fingir amor, era por el bien de su reino.

Ningún ángel sabía concretamente a qué se debió la ruptura de la unión entre Cielo e Infierno, pero sí conocían que muchos ángeles murieron aquel día. También, algunos pensaban que la reina no pudo aguantar más la presencia de aquellas criaturas oscuras en su reino de luz.

Adala físicamente no se parecía a su padre, por suerte para la reina. Pero en cuanto al carácter, era igual que el amo del Infierno: Alegre, despreocupada, divertida… y siempre con una sonrisa en los labios.
La reina no la soportaba y procuraba mantenerla alejada.

Por eso, aquella noche, Adala se encontraba en el jardín exterior.
Sentada en la balaustrada, la joven contemplaba los astros. Su mirada se detenía largo tiempo sobre un planeta que desprendía un brillo especial. Se trataba de Gaya, un pequeño mundo formado por cinco reinos.
Muchas veces, Adala había deseado marchar del cielo y viajar hacia aquel lugar. Como muchos otros ángeles, quería ver los distintos paisajes que se podían apreciar en aquel pequeño mundo.

Un sonido extraño la sacó de su ensimismamiento. Había oído un leve crujido y unos pasos que intentaban, inútilmente, pasar desapercibidos.
Miró a su alrededor, alerta. Pero no se dio cuenta de que el intruso estaba más cerca de lo que pensaba.

- Disculpad – dijo alguien a su derecha, dándole unos toquecitos en el hombro.

Adala, sorprendida y asustada, dio un pequeño brinco, que la hizo caer de la balaustrada y golpearse la espalda y la cabeza contra el suelo.
Tumbada allí, miró a aquel que la había hecho caer.

Era un ser que nunca había visto. Tenía la piel tostada, como la mayoría de los demonios, pero no se parecía a estos. Sus orejas acababan en punta y su pelo, cayéndole sobre los hombros, era castaño claro. Sus ojos parecían transparentes. Vestía pantalones, botas y una camisa de colores rojizos. En la espalda, un carcaj con flechas y un arco.

Adala pensó en los libros que había leído sobre Gaya, y recordó el nombre de aquel ser.

- Eres… Eres un elfo… - susurró, sin moverse, mirándolo embelesada.

Él se mantuvo serio, alzando un poco las cejas.

- Sí, y vos un ángel torpe – respondió fríamente.

La chica se levantó rápidamente y se sacudió su vestido blanco.

- Me habías asustado – se justificó, frunciendo el ceño - ¿Cómo has llegado hasta aquí? Hay cientos de soldados custodiando las entradas al palacio. ¿Qué has hecho para…?
- No es asunto vuestro – interrumpió el elfo - ¿Dónde está la reina Celes?

Adala se cruzó de brazos.

- Eres un maleducado – se quejó, sin responder.

Él suspiró, a punto de perder la paciencia.

- ¿Dónde está la reina Celes? – repitió.
- Para hablar con ella, debes decírselo primero a Sodoc – explicó Adala, enojada – Aunque no creo que te deje pasar con esos humos…

El elfo chasqueó la lengua y le dio la espalda. Comenzó a caminar en silencio hacia el interior del palacio.

- ¡Eh! ¡Eh, tú! – lo llamaba la chica, siguiéndolo.

Él la ignoraba y continuaba su camino. Recorrió largos pasillos y se detuvo frente a una enorme puerta.

- ¡No puedes entrar ahí! – le gritó Adala, situándose a su lado - ¡Es la Sala de Audiencias!
- Entonces es aquí a donde quería llegar- murmuró el elfo.

Empujó la gran puerta con ambas manos. Al abrirla, vio una sala con numerosas ventanas, y en el techo, del color del cielo, colgaban lámparas gigantescas, ahora encendidas. La sala estaba casi vacía. Solo había, al fondo, un trono, y, en él, estaba ella.

Celes. Cabellos rubios que rozaban el suelo, rostro que no reflejaba ningún sentimiento. Ojos inexpresivos.
La fría e impasible reina de los ángeles.

- Vaya, un elfo – dijo, sin demasiado interés, observando al joven.
- Majestad, vengo a hablaros de un asunto muy importante – comenzó él
- ¡Mamá! – Intervino Adala, adelantándose al elfo - ¡Este maleducado se ha presentado en el jardín, burlando a los guardias!
- No importa, hija – susurró Celes, con cierto desprecio – Parece que es una urgencia.

El elfo miró a Adala, sorprendido. ¿Había oído bien? Aquella era la hija de la reina, y él no había sido demasiado cortés con ella.

- Habla, elfo – ordenó la reina, poniéndose en pie – Dime quién eres.

Él se arrodilló y, mirando al suelo, sin atreverse a contemplar el impasible rostro de la reina, comenzó a hablar.

- Majestad, mi nombre es Aaesien Liàröth, príncipe del Reino Ignis – se presentó – Vine a vuestro reino usando la teleportación, es demasiado importante la noticia que traigo, no podía esperar a que dierais permiso.
- Se te ve apurado – comentó Celes, con indiferencia – Dime entonces qué te ha traído aquí.

El elfo carraspeó.

- Majestad… Veréis… En… - se sorprendió a sí mismo temblando nerviosamente, titubeando, y con el corazón latiéndole con rapidez.

Él, que siempre había sido de nervios de acero, que estudiaba cada palabra antes de que saliera de su boca, que nada podía hacerlo perder la compostura, estaba postrado en el suelo, temblando ante Celes.
Y se dio cuenta del gran poder de la reina.

- No tengo todo el día – le apremió ella

Aaesien sacudió la cabeza y respiró hondo.

- Majestad – repitió por cuarta vez – Me dirigía a Isla Oráculo con mi maestro, el gran Kandrë. En el templo, mi maestro debía reunirse con los sabios de los otros reinos. Mi padre, el rey, pidió que buscara una solución para que las guerras finalizasen.

Hizo una pausa para volver a respirar profundamente. Tragó saliva y continuó:

- Una vez allí, mi maestro hablo de una joya de hace mil años. Entonces, los cinco sabios dijeron que volverían a crearla con su poder. Desaparecieron, me encontré solo…

Las imágenes de lo ocurrido volvieron a su mente, y parecía estar viviéndolo de nuevo.

- Sigue – dijo Celes

Él la miro con sus ojos semitransparentes. En ellos, la reina pudo ver reflejado un gran miedo. Luego, el elfo miró a Adala, que, preocupada por la expresión de su rostro, se había acercado un poco a él, temiendo que le pasara algo malo.

- La habían creado – susurró Aaesien – Allí estaba, la tenía frente a mí. El mayor diamante que he visto en mi vida. Intenté tocarlo, pero…
- ¿Pero…? – Celes comenzaba a impacientarse.
- Se rompió – continuó el joven elfo – Y vi cinco esferas, que salieron volando por cada una de las ventanas.

Se levantó, recuperado.

- Volví con mi padre y consultamos antiguos pergaminos. Y el Oráculo del fuego nos dijo qué debíamos hacer.
- ¿Y bien?
- Debemos reunir las cinco joyas, y otorgarles el poder que les falta. Necesitamos de nuevo Fuego, Agua, Aire, Tierra y Rayo… Pero también Luz y Oscuridad… Mi padre pensó en cinco príncipes y…

Miró a Adala.

- Y en la princesa del Cielo – terminó en un susurro.
- Así que pretendes llevarte a mi hija a Gaya, buscar las joyas y convencer a cuatro principitos… - Celes rió por lo bajo.
- Si no reunimos las joyas y reconstruimos el diamante, Gaya será destruida – dijo Aaesien, frunciendo el ceño débilmente.
- Está bien… - la reina asintió con la cabeza – Ve a prepararte, hija, mañana marcharéis.

La joven abrió los ojos de par en par.

- ¿I… Iré a Gaya? – preguntó, intentando contener su alegría.

Celes asintió con la cabeza de nuevo.

- Y tú, Aaesien, esta noche descansarás aquí… - mientras hablaba, Adala hizo una reverencia y se marchó.

La joven sonreía ampliamente.
Y no era la única.
Desde las sombras, alguien dibujaba una siniestra sonrisa en sus labios.

- Cinco joyas, ¿eh? Mi padre querrá hacerse con esta información…

9 de septiembre de 2007

Mi hijo se llamará *

Saludos, humanos. Aquí tenéis otro absurdo post.


Esta vez, voy a hablaros de los nombres. Sí, los nombres.


Cuando una mujer se queda embarazada, a ella y a su marido, novio, algo, o nada, se les presenta una serie de obligaciones y preocupaciones. Y, entre estas, encontramos la difícil tarea de encontrar el nombre perfecto para su hijo.





En Estados Junticos se han dado cuenta de lo importante de esta decisión, y, ¿qué han decidido? ¡Montar un negocio! Sí, los Estadojuntidenses son muy listos.


Por esta razón, ahora podemos encontrar a unos señores llamados "Asesores de nombres"


Estos son, desde mi punto de vista, otros listillos que intentan aprovecharse de lo tonta que llega a ser la gente. Se las dan de expertos, estudiosos y esas cosas, tipo El Experto De La Casa Real, el gran Peñafiel... Seh, el archienemigo de la princesa Leticia. Mmm... Y la princesa me recuerda a que pensé que Don Felipe se casaba con la Sabater... Y la Sabater me recuerda a... Uggghh...





Sigamos a lo nuestro.





Pues bien, estos "Asesores de nombres" suelen cobrar desde 35 a 95 dólares, aunque a veces superan los 500 dólares. Supongo que será porque dan nombres chachiways que no conoce nadie.





Pasando a otra cosa, que también tiene que ver con los nombres:





Si pensábais que lo más freak siempre lo encontraríais en Japón, estáis todos equivocaditos.


No hay que irse muy lejos para encontrar cosas raricas, pero hay que salir del país del punto rojo...


... E ir al país... ehm... de los chinos. Seh, no tengo nada mejor que decir.





Pues bien, aquí, una pareja de chinos (no van a ser polacos, que podría ser, nada es imposible) quiere poner a su hijo un nombre muy peculiar:


























Sí, habéis visto bien, "@".

¿Qué será lo próximo? ¿R2P2? ¿CPU? ¿Powerade bebida energética? (vale, este lo he plagiado) ¿Bonifacia? ¿Alt+D? ¿Inicio? ¿Supr?

En fin, yo sé cómo llamaré a mi hijo, "*", como pone en el título. Y si es hija... "*" hembra.

En fin, saludos y... ¿Qué nombre raro pondríais a vuestros hijos? ¡Os invito a responder!

Atte:

La niña sin firma

Las Cinco Joyas.

Tras intentar llevar adelante un fotolog, y tras haber fracasado, iré poniendo aquí la historia que intentaba poner en el puñetero fotolog. La historia se titula Las Cinco Joyas, y este post, con el prólogo y el primer capítulo, va dedicado a Salo, quien me pidió que escribiera la historia... Saludos, y ahí va:



Prólogo: Alianza



Había llegado el momento esperado. Ángeles y demonios, habían conseguido aliarse. Atrás quedaron sus diferencias y su instinto, que los obligaba a estar enfrentados. Luz y Oscuridad eran ya una sola.

Celes, Reina del Cielo, había contraído matrimonio con Thedri, señor de los demonios.
Verdaderamente, los suyos no esperaban que la fría y vanidosa reina fuera capaz de establecer tal vínculo con el alegre y despreocupado demonio.
Mas, allí se encontraban, de la mano, frente a todos los ángeles y demonios reunidos en aquella enorme sala circular del Reino de Luz.

- Hoy es un día muy especial – comenzó a decir el anciano Sodoc, sabio y consejero de Celes, situado junto a la pareja – Ante nuestros ojos, la alianza, convertida en hombre y mujer. En rey y reina. Dos razas olvidan el pasado y se unen. Hoy, podemos decir, que es el día más feliz de nuestras vidas. Hoy, Su Majestad Celes y Su Majestad Thedri, son un solo individuo, unidos en el amor. ¿Quién dijo que un ángel no podía amar a un demonio?

Su discurso se vio interrumpido por un repentino golpe de tos. El anciano carraspeó e hizo una pequeña inclinación de cabeza, a modo de disculpa.

- Perdonad a este anciano… - murmuró – Como iba diciendo…
- Es suficiente, Sodoc – cortó Celes, frunciendo levemente el ceño – No os esforcéis más, ya habéis dicho bastante. Ángeles y demonios ya no tienen motivos para enfrentarse. Que comience la celebración.

Y, tras decir esto, la reina sonrió ampliamente. Muchos la veían sonreír por primera vez.
La comida, el alcohol, la música y el alboroto fueron abundantes aquella noche.
Thedri sonreía sin parar, sacaba a bailar a tantas damas como veía. Pero la reina se mantuvo en su trono, inmóvil, observándolo todo en silencio.

En su cabeza podía oír una frase:

“¿Quién dijo que un ángel no podía amar a un demonio?”

- Pues yo… - susurró


Capítulo uno: Los cinco sabios






















Kandrë descansaba en su pequeño camarote. Sentado en una cómoda silla de madera, observaba los numerosos pergaminos repartidos por su escritorio.
Suspiró, cerró sus ojos almendrados. Estaba cansado.

Tan solo tenía trescientos cuarenta, lo que ni siquiera equivalía a setenta años humanos. Pero ya se sentía viejo.
Las arrugas ya marcaban su rostro, y en sus ojos se reflejaba el cansancio de una vida demasiado larga. Sin embargo, sus cabellos aún conservaban su intenso color negro.

Vestía una túnica roja que arrastraba por el suelo. El rojo era el color que representaba al Reino Ignis. Y la capital de este, Liàröthen, era la ciudad en la que él había nacido y en la que siempre había vivido. En ella se encontraba el Castillo de las Llamas, y, allí, el rey Àsiés, a quien servía.

Y, obedeciendo a su rey, había llegado a donde ahora se encontraba: Alma de Fuego, el barco que lo llevaría a la Isla Oráculo, situada muy cerca del Reino Aqua.

En aquella isla, debía reunirse con los sabios de los reinos, y buscar una solución para detener la guerra.

Abrió los ojos de nuevo. Alguien llamaba a su puerta.

Se levantó, pero no se movió del sitio.

- Adelante, está abierta – dijo, dirigiendo su mirada hacia la puerta, que, con un sonoro crujido, se abrió.

Entró en la habitación un elfo joven, que aparentaba unos diecisiete años. Era alto y delgado, pero fuerte, de piel un tanto tostada por el sol. Tenía el cabello castaño claro cayéndole sobre los hombros y sus ojos, rasgados, eran totalmente grises, parecían transparentes en ocasiones.
Se mantenía serio e inmóvil, mirando al anciano sabio.

- Hemos llegado, Maestro – anunció, rompiendo el silencio.

Su voz no era tan grave como se esperaba por su aspecto. Resultaba suave y melodiosa, muy agradable.
Kandrë asintió con la cabeza.

- Deben estar esperándonos ya – comentó, acercándose al joven – Vayamos, pues.

Salieron de la habitación y, juntos, se dirigieron a la cubierta del barco.
El barco había llegado al muelle de Isla Oráculo. Era un muelle ridículamente pequeño, el tamaño del barco lo superaba con creces.

- Sabio Kandrë, Isla Oráculo – dijo a modo de saludo el capitán del barco, señalando al anciano el paraje frente al cual se encontraban.

Él había oído hablar de la belleza inigualable de aquel lugar, pero nunca había imaginado que pudiera llegar a ser semejante. Árboles altos y de enormes copas, repletos de frutos extraños, arbustos colmados de bayas y flores de colores que el sabio ni imaginaba que existían.
Aquello era, pensó, el paraíso.

Junto a él, su joven acompañante sonreía, deseoso de pisar tierra.

- Mirad allá arriba – le dijo el anciano, señalando a una colina - ¿Veis el pequeño edificio blanco? – Esperó la afirmación del elfo – Ese es el Templo de las Profecías. Allí es a donde vamos.

Bajaron del barco, anciano y joven. Ni un soldado, ni un marinero, ni siquiera el capitán, les acompañó. Se despidieron con una leve reverencia y un gracias, y quedaron en que no esperaban tardar mucho en volver. Aunque, bien sabían los tripulantes del Alma de Fuego, que cuando unos ancianos, reconocidos como sabios, se reunían, podrían pasar horas y horas conversando.

Llegaron a los pies de la colina. Ante ellos, encontraron unas escaleras que les conducirían a su destino.
Comenzaron a subir, mas unas palabras interrumpieron su marcha y los hizo detenerse.

- ¿No esperáis a los demás, Kandrë? Cuanto más años pasan en vos, menos educación tenéis.

Había hablado una voz como la de una muchacha joven, pero, cuando se giraron, encontraron a una mujer ya adulta. Era algo bajita y no era demasiado delgada. Su piel era blanca, y poseía algunas manchas azules. En su rostro, se podían ver pequeñas escamas. Tenía los ojos grandes y del color del mar, y el pelo parecía haber sido hecho de algas. Vestía una túnica similar a la del anciano, pero en color azul.

- Oh… Disculpadme, Sabia Rèah – dijo el anciano, bajando de nuevo los escalones blancos, junto a su aprendiz – Pensé que ya os encontrabais todos en el Templo.

- Aún no han llegado – respondió.
Dirigió su mirada hacia el joven elfo que lo acompañaba. Abrió la boca para preguntar por quién era, pero prefirió callar.

- Entonces, esperaremos aquí – dijo Kandrë a su acompañante – Es uno de mis aprendices – comentó a Rèah, al ver cómo esta miraba al joven.

- ¿Impartís clase, Kandrë? – dijo una voz ronca, en un tono demasiado alto.

En el lugar apareció un enano. Bajo, rechoncho, barbudo. Un enano como otro cualquiera. Sin embargo, no vestía los ropajes que estos solían llevar, sino la misma túnica que los otros dos sabios, en verde.

- Tainer, ¿Habéis crecido un poco? – Rèah sonrió con sorna, mirando al enano, quien gruñó, enfadado, por toda respuesta.

El joven elfo se mantenía en silencio, junto a su maestro, aunque miraba con cierta curiosidad a los otros dos sabios.

<< ¿Quién falta?>> Se preguntó, impaciente por saber cómo eran los dos que aún no habían llegado.

- Como de costumbre, Lâer se retrasa – se quejó el enano, cruzándose de brazos - ¡Un enano nunca llega tarde! ¡Deberían aprender de nosotros! Esos humanos… No se toman nada demasiado en serio. Yo cogería mi hacha y…
- A veces me cuesta entender por qué fuisteis nombrado sabio, Alto Tainer – lo interrumpió una voz a sus espaldas.

Había llegado el representante del Reino Electro. Un humano alto y robusto, más anciano de lo que aparentaba, con el pelo gris y los ojos del color de la miel. Vestía la túnica dorada, aunque no era tan larga como la de sus compañeros, y dejaba ver sus botas marrones.

El enano volvió a gruñir y se mantuvo en silencio hasta que llegó el último sabio.

El anciano proveniente del Reino Volátil, era una criatura extraña. Su piel era grisácea, así como su cabello y sus ojos. A su espalda, tenía dos enormes alas de dragón, y en su frente lucía un cuerno, visto en criaturas como los dragones del aire. Vestía una túnica gris que ocultaba incluso sus manos, de largas uñas.
Había llegado hasta el lugar donde se encontraban todos sigilosamente, como un fantasma.
No dijo nada, pero todos comenzaron en seguida a subir las escaleras que los conducirían al Templo De Las Profecías.

Una vez en el interior del gran edificio, vieron que este tan solo estaba formado por una gran sala con forma de pentágono. Las paredes eran blancas y había cinco ventanas. En el centro de esta, había una enorme mesa de mármol, también con la misma forma que la sala. Tan solo había cinco sillas, por lo que fueron los cinco sabios los que las ocuparon, quedando el joven elfo en pie, detrás de su maestro.

Rèah alzó las manos y se dispuso a iniciar la conversación.

- Nosotros somos tan solo representantes de nuestros reinos. Mas, en nuestras manos está hoy el destino de Gaya. Nos encontramos en medio de una gran crisis. Nuestros pueblos se enfrentan, hay muchas muertes, se destruyen ciudades enteras, tan solo existe el caos ahora.
- Debemos encontrar una solución – continuó Lâer – La paz debe reinar en nuestro mundo.
- La culpa es de los demonios – se quejó Tainer – Desde que su alianza con los ángeles se rompió, venden armamento y objetos mágicos de gran poder a las distintas ciudades, incitándolas a enfrentarse.
- Deberíamos acabar con ellos – intervino el anciano del reino del aire – Destruyendo a los demonios, conseguiríamos la paz. Los ángeles estarían de nuestra parte.
- No es la solución – replicó Kandrë – Eso tan solo conseguiría que la guerra estallara con el Infierno, y Thedri y los suyos son demasiado poderosos, podría significar la destrucción de Gaya.
- ¿Qué proponéis vos? – le preguntó Rèah.

Reinó un largo silencio. Los cinco meditaron. Cierto era que intentar atacar a los demonios, supondría la destrucción del planeta. ¿Qué podrían hacer para unir a los reinos?

- Hay una leyenda que habla de una joya mágica capaz de conseguir que la paz reine – murmuró Kandrë
- ¿Una joya? – preguntó la sabia del Reino Aqua - ¿Qué tipo de joya?
- Leí en un antiguo pergamino… Hace mil años, cuando Èräe reinaba, pidió que se creara una joya que contuviera el fuego del volcán, las olas del mar, el sonido del viento, el temblor de la tierra, el brillo del rayo, la luz del día y la oscuridad de la noche.

- Los Siete Reinos… - susurró el aprendiz del sabio.

Kandrë asintió con la cabeza.

- Dicen que mientras Èräe tuviera aquella joya, la paz nunca terminaría.

El enano ladeó la cabeza.

- Nosotros somos los representantes de Gaya – dijo - Fuego, Agua, Aire, Tierra, Rayo… Podríamos crear una nueva joya.

Se levantaron todos a la vez y alzaron los brazos.

- ¡Unamos nuestro poder! – dijeron a la vez

Cerraron los ojos. El aura de cada uno se hizo visible. El joven elfo se apartó un poco, asombrado. Hubo una explosión de auténtica magia. Fuego, Agua, Aire, Tierra, Rayo.
Se convirtieron en uno solo.

El elfo tuvo que cerrar los ojos, cegado por una intensa luz. Al volver a abrirlos, los sabios habían desaparecido.
En el centro de la mesa, había un enorme diamante. En su interior, parecían brillar cinco esferas de distintos colores.
Él se aproximó a la mesa de mármol e intentó alcanzar el diamante. Sin embargo, sus dedos no habían tocado aún la joya cuando esta se agrietó y se dividió en mil trozos.
El elfo volvió a alejarse. Las cinco esferas que antes habían estado en el interior del diamante, ahora flotaban demasiado cerca del techo de la sala.

- ¡Maestro Kandrë! – gritó el elfo, mirando a un lado y a otro, y volviendo a mirar a las cinco esferas - ¡Maestro! ¿Qué ocurre? ¿Dónde estáis?

Entonces, las ventanas de la sala se abrieron, y por cada una de ellas salió una esfera, perdiéndose en la lejanía.

El elfo se quedó allí, inmóvil.

Fuego, Agua, Aire, Tierra y Rayo.

Habían formado uno solo.

Pero les había faltado algo muy importante.

Luz y Oscuridad.

Desde el muelle, el capitán del Alma de Fuego y sus hombres habían contemplado el espectáculo de luces proveniente del Templo De Las Profecías.

- ¿Qué ocurre allí? - preguntó uno

Se encogieron de hombros, sin darle importancia.
Pero, al ver como el elfo llegaba corriendo, respirando con dificultad, y gritando a los hombres del barco, comenzaron a preocuparse.

- ¿Qué ha ocurrido? – le preguntó el capitán, mientras lo ayudaba a subir al barco.

Él se mantuvo en silencio durante unos segundos.

- Volvemos a Liàröthen. Hay que informar a mi padre.

8 de septiembre de 2007

Volver a empezar... cagüen diez.

Volver a empezar otra vez, volver a estrenar zapatos y libros, y juntos volver a empezar...


Qué bonito te lo presentan todo los hijos de puta... (no está bien decir puta...) los hijos de mujer de moral distraída del hipercós...


Los niños, sonrientes, corren hacia la escuela, deseosos de que dé comienzo un nuevo curso. Estrenan ropa, estrenan mochila, llevan libros nuevos, cada año más gruesos y aburridos. La ilusión y la euforia los llenan por dentro. Echaban de menos a sus profesores, tan simpáticos y divertidos ellos, echaban de menos levantarse temprano, echaban de menos estudiar, y estaban deseando con todas sus fuerzas que las vacaciones terminaran...


... Putos actores de mierda.


Joder, prometí no escribir palabras malsonantes para que los menores, incluyendo a Melkor, que leyeran este blog no vieran sus inocentes ojillos contaminados por tanta basura escrita. Bah, ¿qué más da? Ya sabían a lo que venían al atreverse a ojear por aquí...


Volviendo al tema principal, la vuelta al cole. O en mi caso, la vuelta a la cárcel llena de monjas. Es posible que en el fondo eche de menos las clases. Pero en el fondo, muy en el fondo. Y más si voy a comenzar bachiller. Dicen que ahora, por primera vez en mi vida y como dije en el primer post, tendré que estudiar. Será mejor que me deseéis suerte... Vale, me da igual, sin suerte o sin ella, seguiré adelante ¬_¬...


El curso anterior me dejó muy buenos recuerdos... Seh...

Y me alegra saber que mi profesora de inglés que no sabía inglés se haya marchado. No, no la acuso de ignorancia sobre la propia asignatura que imparte. Solo la acuso de... Bueno, os dejo la lista de algunos de sus fallos sin importancia:


Escritura: Feste = Fiesta

Pronunciación: Forchín = Cuarenta

Pronunciación: Iegó = Ago

Escritura: Tathre = Teatro

Escritura: Cafetereishon = Cafetería

Pronunciación: Chu = To

Pronunciación: Answere = Respuesta

Pronunciación: Repetishion = Repetición

Pronunciación: Past Iondon = Pasado... Aún me pregunto por la segunda parte

Pronunciación: Fiuchur = Futuro

Pronunciación: Ik simplé = Es simple


Amenaza dirigida a una compañera de clase:


"I wrait chu yur neim"


Flipad y juzgad vosotros mismos.

En verdad adoro mucho a esta profesora, me ha dado para llenar un poco este post. También he tenido interesantes conversaciones con los compañeros gracias a ella. Y he realizado varias tiras cómicas también debido a ella.

Realmente es una lástima que se vaya, a ver a quién uso yo ahora para burlarme...

Qué malvada soy.


¿Qué más resaltar del curso pasado? Mmm... Ah, sí, ya recuerdo de quién puedo burlarme...


EL PINTU


Curioso personaje El Pintu. Es un alumno más. Bajito, delgaducho, rubio y con cara de loco. Nadie lo aguanta. Será porque se las da de listo y porque resulta un tanto pedante. Ni las profesoras lo soportan. Aunque, si alguien puede presumir de ser su archienemigo, esa soy yo.

Me odia, sí, a muerte. Ha tenido muchas oportunidades para mostrarlo. Aunque resulta un tanto infantil su manera de ostentar el hecho de que soy demasiado importante como para que no se me odie. Una de las veces en las que más demostró ese odio, tal vez asco, que siente por mí, fue cuando nos obligaron a sentarnos juntos, pupitre con pupitre. A los cinco minutos ya había separado su pupitre a un metro. Y yo tan feliz.

Espero no tenerlo en clase el año que viene, aunque sí en la clase de al lado. Tenerlo en clase es demasiado, verlo a menudo y poder hacerle algo malvado, es bueno.

Como aquella vez que le puse pegamento en la silla, o cuando le escupí en la cabeza desde la ventana del pasillo mientras él pasaba por la calle.

Mmm... Estáis tomando de mí muy mala imagen, mejor dejo el tema.


Bueeno, un nuevo curso va a comenzar. Espero que lo tengáis todo preparado. Yo no.

Si queréis ayudarme a prepararme para este curso y así sentiros mejor con vosotros mismos, solo tenéis que darme una tarjeta de crédito. Si estáis interesados en ayudar a esta pobre desgraciada, avisadme y os daré mi dirección. Toda ayuda es poca. Gracias.


Sin más que decir, ya que prefiero dejar de hablar de tan desagradable tema, me despido, sorprendiéndome a mí misma por haber publicado dos post en un mismo día. ¿Estaré dejando de ser la Pereza personificada?


Atte:


Post-data: Dedico este Post a Nieves, la profesora de inglés que no sabe inglés. Siempre quedará un hueco para ti en mi enferma mente, aún quedan muchos momentos tuyos por comentar.

Siempre hay una primera vez

Ahora que, de nuevo, comienzan las clases; ahora que el tiempo libre escasea; ahora que empiezo un curso algo más complicado; ahora que, por primera vez en mi vida, me voy a poner a estudiar... Justo ahora, se me ocurre la genial idea de crear un blog para poder perder el tiempo en algo poco constructivo.

A veces me sorprendo por el poco sentido común que poseo.


¿Qué le vamos a hacer? Soy así, y así seguiré, como decía aquella canción. Así que... ¡A llenar el blog!


Ante vosotros, el primer post del primer blog (y espero que el único) blog que hago. Siempre hay una primera vez para todo, dijo alguien que no conozco.


Comenzaré presentándome, aunque, si estáis leyendo esto, a no ser que hayáis encontrado la dirección por otro lado (algo que dudo), es porque me conocéis, lo que convierte mi presentación en algo inútil.

Peero, como me gustan las cosas inútiles (que le pregunten a Kenji... es bromaaa), continuaré con lo mío:


Hola a todos, mi nombre (supuestamente) es Kysura Ryoko, conocida ya como la Niña Miedo. ¿Y por qué Niña Miedo? Quizá sea porque doy miedo. Respuesta simple.

Mucha gente piensa que ese nombre me lo pusieron por mi forma de saludar a la gente. A los chicos los saludo diciendo "¿puedo violarte?" y a las chicas les pregunto "¿puedo cogerte la teta?" ... Nah, son preguntas demasiado inocentes, no creo que fuera por eso. Preguntaremos a la criatura que me puso el nombre: Kuki, el come-amigos sin fondo...

No, mejor no le preguntaremos... Pasaré a las hipótesis.

Me parece que el nombre de Niña Miedo viene del día en que conocí a Kuki, ese ser nombrado hace un momento. Supongo que lo miré con mi cara de ashco y decidió llamarme así. Bah, no me importa. La cuestión es que ahora todos me llaman así.


Pues bien, ante vuestros ojos, tenéis mi blog: Giga Slave.

¿De qué viene el nombre? Solo responderé a esa pregunta si realmente os la hacéis, gracias.


Para finalizar, decir que en este blog es mejor no leer nada si no queréis que la demencia de su autora se os contagie. Aquí encontraréis idas de pinza, redacciones absurdas, poemas y canciones, más cosas interesantes que encuentre por ahí.


Un saludo, sed buenos.


Atte:


(Actualmente: Juan Gabriel, debido a mi nuevo peinado. La nueva firma está en curso)
Post-data: Dedico mi primer post a mi querido Kenhir, que quería que el título del blog llevara su nombre. No ha podido ser, pero, mira, te llevas la dedicatoria.