"Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas"

22 de noviembre de 2007

El valor del anillo

Como de costumbre, sin un tema del que hablar, y con ardientes deseos de que mi anterior entrada sea arrastrada por las garras del olvido, hoy traigo un cuentecillo de esos que te hacen reflexionar.
Conociéndome, ya tardaba.

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.

- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta t-t A ver si pones mas de esos a menudo. Y vuelve la gata ajkerosa al Expreso, claro =9
Un besejo mami de mi geme t-t
Ambar

Anónimo dijo...

LOL
Mola, con moraleja y todo xD
Si lo has escrito tú, enhorabuena.
Si no lo has escrito tu, enhorabuena por el copy/paste xD
Pero, en definitiva, enhorabuena :p
Un abrazo de tu hermanito Cristofer^^

Kysu dijo...

Claro que no lo he escrito yo, los míos son más tipo canción de Siniestro Total...

Yuki Ashura dijo...

Plas, plas, plas.

Qué bonitoh! =0

Deberías darme a mí ese anillo por haberme leído el texto a pesar de mi desánimo al ver unas letras tan súmamente diminutas! Ò-Ó

Jum xD


^^

Kysu dijo...

La letra sumamente diminuta es mi arma secreta número 6

Anónimo dijo...

Un consejo:
Copia el texto y lo pegas en el Word, y luego pones letra grande
Así no te quedas sin vista

BY: Aenur el Elfo

Kysu dijo...

Idiota, lo he puesto así yo porque he querido ¬¬

Anónimo dijo...

No era a tí, era a Yuki ¬_¬
Era un consejo para que no se quedara sin vista y luchar contra tu arma secreta nº6

By: Adan House

Yuki Ashura dijo...

Eh, soy más vaga que eso, de verdad.

Es mil veces preferible joderse la vista con tal de no tener que hacer una serie de escabrosos movimientos en el PC para conseguir que la letra se agrande U-Ú

Ñah!

Kysu-chan, acabas de mostrar tu faceta egocentrista o-o

xDDD

Kysu dijo...

¿es que no la mostraba anteriormente?