"Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas"

22 de mayo de 2008

Ella.

Y ella volverá a rechazarme, volverá a decirme "no". Volverá a dar media vuelta, y soltará una de sus carcajadas, una de esas que tanto me gustaban.
Volverá a negarme el derecho de poseerla, el derecho de tenerla entre mis brazos. No me dejará acariciarla. No podré contemplarla una noche más, y oírla, con su melodiosa voz, diciéndome que siga.
Ella se irá, sí.
Y la veré, tonteando con cualquiera, llevando una falda más corta, coqueteando, susurrándole al oído a otro que no seré yo. Y volverá a jugar con los sentimientos de alguien, hará que una nueva víctima se vuelva loca, loca por ella.
Porque loco, muy loco, estoy desde que la conozco.
Vino a mí, fingiéndose inocencia, con ropa sencilla y humilde. Y acabó siendo demasiado bella como para resistirme a sus encantos.
Yo la tuve, ella me tuvo. Y aún me tiene, aunque no la tenga yo.
Llegará un momento donde no pueda más. Gritaré su nombre, pero no me oirá.
Loco, desesperado.
Así estoy, así me hallo.
Así estaré, esperando a que vuelva.

Vuelve a mí, maldita Fantasía, que palacios construyes en el viento.


Atte:

















PD: Tenía ganas de escribir lo primero que se me ocurriera, y esto es lo que ha pasado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Luego te extrañas si te confunden con un tío. Si es que parece escrito por un TIO
Se te deben de estar pegando cosas del Manué xD
En fin, manita, no está mal. Aunque, por ser un poco cabrón (el estrés me vuelve más cabrón aún) sea demasiado típico...Pero para gustos, los colores. Tal vez a algún editor de segunda le guste.

Un abrazooooo ^0^

Anónimo dijo...

Es curioso leer a una chica escribiendo como si fuera un hombre, pero no deja de ser algo extraño. Muchas lo han hecho antes, y de todos modos, la esencia de la poesía, el alma del artista, no la transmite el género del artículo que se pone antes de los nombres (refiriéndome a sustantivos, pero no quería ser tan cursi). En todas las vertientes del arte impera una norma principal, el artista debe hacer sentir al público la misma emoción que el siente o sintió cuando reproduce o hizo su obra. Una simple sonrisa, una amarga lágrima, un descarado gesto,... cualquier cambio que en el espectador no produzca la peor de las indiferencias, será suficiente para que el arte haga su trabajo y el artista pueda alzar la cabeza y decir: "he hecho bien mi trabajo". Sigue así Kysu.

Kysu dijo...

Estimado anónimo, me encantaría saber su identidad, si se me permite. Le agradecería que, si volviera a pasar por aquí, se identificara, por favor.
Gracias por su comentario.

Haru dijo...

Y ahora soy yo la que tiene orgasmos con lo que escribes.
Oh dios, en serio, se me puso la piel de gallina.