"Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas"

23 de junio de 2008

Lienzo Blanco


Allí estaba, frente al lienzo blanco.
Algunos lo llaman artista, otros sólo creen que está loco.
Él mira su lienzo blanco.
¿Qué pintará en esta ocasión?
Quizás uno de esos cuadros que nadie entiende, pero todos creen entender. Sí, uno de esos por el que cobraría millones.
Aunque quizás le venía mejor volver a lo clásico. Un paisaje nevado, o primaveral. La vista a lo lejos de un pueblo, del que destacara la torre de la iglesia. El mar y el sol, presumiendo de su reflejo.
¿Y qué tal un retrato? Siempre le había gustado dibujar a hermosas muchachas inexistentes. Dibujar sonrisas, lágrimas, ceños fruncidos.
¿Y un bodegón? El típico cuadro de la mesa, el mantel, y el bodegón, acompañado de frutas, de un florero o de cualquier otra cosa.
Un lienzo en blanco.
Tantas cosas que podría reflejar... Sentimientos, emociones, pensamientos, recuerdos...
Un lienzo en blanco.
Y, a pesar de todo lo que podría pintar, no se le ocurría nada.
Quizás fuera porque quería representarlo todo, y no le cabía nada.
El lienzo blanco y él.
Pinceles, colores, y vasos con aguarrás.
Un lienzo en blanco.
Tantas cosas que pintar, tan poco espacio.
Necesitaba que todo, absolutamente todo lo que pasaba por su cabeza se viera reflejado en aquel lienzo blanco.
Algunos lo llaman artista.
Pero quizás aquellos que lo llaman loco estén más en lo cierto.
El pintor cogió una pistola.
De espaldas al lienzo blanco, disparó.
Y ahora, aunque él no pueda contemplar su obra maestra, en el lienzo blanco quedaron plasmadas sus ideas... literalmente.

1 comentario:

Haru dijo...

¿Emparanoiarte? No mujer..!


Me vendes el cuadro?